Camino de Santiago Portugués. Etapa 12
Nos levantamos con la alegría de ver la meta a nuestro alcance y la tristeza de que se termina la aventura. Desayunamos en la cafetería del hotel e iniciamos ruta saliendo de Caldas de Reis por pistas forestales y caminos hasta Carracedo, donde nos encontramos a un lugareño muy simpático, José Iglesias, con su mulo y su carro lleno de maíz con quien tenemos unos largos minutos de charla.

Seguimos por un continuo tobogán de subidas y bajadas por pistas forestales, caminos y carreteras vecinales pasando las aldeas de Casalderrique, Cernadas, O Pino, San Miguel de Valga y Pontecesures mientras que adelantamos a una muchedumbre de peregrinos caminantes que no habíamos visto antes y que nos llama la atención porque, la mayoría, van con mochilas “de un solo día” y sin apenas equipaje ¿pero de donde sale tanto personal?. En Pontecesures paramos en Mesa de Pedra, donde está mi amigo Ales Vazquez, con quien charlamos un rato, nos hacemos unas fotos, y que nos invita a unos traguitos de licor casero que “está de muerte”, mientras pasan peregrinos y peregrinas de todas partes. Nos despedimos de Ales y seguimos hacia la cercana Padrón, donde la leyenda cuenta que fue este escenario donde se desarrollaron la predicación y posterior Traslatio del Apóstol. Aquí nos vamos a comer al restaurante que nos recomienda Ales y donde coincidimos con una pareja de portugueses muy majos que estaban también en Mesa de Pedra.

Tras la comida seguimos ruta hacia la cercana y legendaria localidad de Iria Flavia, con su famosa colegiata, y continuamos por carreteras vecinales y pistas de tierra por Rueiro, A Escravitude, A Picaraña, O Faramello, Rua de Francos, Osebe, y O Milladoiro, desde donde ya se ve a lo lejos, cual si Monte do Gozo se tratara, la ciudad de Santiago de Compostela. Bajamos hacia Pontevilla y A Rocha Nova, todo un extrarradio de Santiago de Compostela, y volvemos a subir ya por las calles de la capital gallega hasta el centro de Santiago de Compostela, dirigiéndonos directamente a nuestra meta: la praza do Obradoiro y la catedral compostelana. Ahora toca cumplir el rito nuevamente: visita al Santo Apóstol, recogida de la Compostela, y ubicarnos en un hostal reservando habitaciones para mañana ya que nos espera la visita de nuestras mujeres que llegarán mañana en nuestra búsqueda. Tras acomodarnos en el hostal, muy próximo a la plaza del Obradoiro, nos vamos al centro y nos pegamos una mariscada como homenaje a la labor cumplida; luego una visita nocturna a la ciudad, con copas incluidas, que todo no va a ser sufrir.